Nuestro objetivo es rescatar las tradiciones de nuestro país, principalmente la bebida de Chile, el Mote con Huesillo original Copihue.
Entre otras tradiciones que van de la mano con nuestro producto, tenemos:
Las empanadas de pino son tan propias de nuestro país, que afuera les llaman: Empanadas Chilenas, la masa normalmente es de harina de trigo y el relleno de carne de vacuno preparada en una especie de guiso llamado pino.
La cazuela: Su nombre viene del recipiente donde es preparada. Se trata de una sopa de verduras con carne, que puede ser pollo, ternera o cordero. Sin embargo, tiene una gran variedad de recetas. En el norte es típica la cazuela de vacuno o llama, la cual por lo general, se acompaña con quinoa. En la zona central encontramos la cazuela de vacuno y ave. Al sur, encontramos la cazuela de cerdo y cordero.
Los porotos: No por nada existe el dicho: “Más chileno que los porotos”. Hay varias formas de prepararlos, siendo los más famosos los porotos granados y los porotos con riendas. Este es uno de los platos típicos de nuestro país, sobre todo, de las zonas campesinas.
Machas a la parmesana: Se cree que fue creado hace 50 años en Viña del Mar por un emigrante Italiano, Edoardo Melotti Ferrari. Actualmente, mientras más frescas sean las almejas, mejor. Y deben venir con las conchas que se necesitan para la receta. Las mismas deben mantenerse refrigeradas hasta que se vayan a usar. Se abren con un cuchillo pequeño, se deja la lengua que es lo único que se usa en este plato y hay que sacar el resto con los dedos. Se lavan y aplastan un poco para relajar el músculo y quitar cualquier sustancia negra, luego se ocupa la receta que más guste a los comensales.
El caldillo de congrio: Un plato elaborado a base de un pescado que abunda mucho en las costas del pacífico, llamado congrio. Podemos encontrarlo como congrio dorado o congrio colorado. Curiosamente, el plato no era muy conocido hasta que Pablo Neruda lo mencionara en uno de sus escritos y así comenzó a prepararse con más frecuencia.
La chorrillana: Tiene una gran cantidad de papas fritas, a las cuales se les colocan encima cebollas fritas, longaniza, trozos de carne de res (o la proteína de su preferencia) y huevos fritos.
Las sopaipillas: Son masas fritas elaboradas con harina de trigo, zapallo cocido y manteca. En algunas ocasiones se pueden preparar pasadas por una “salsa” de chancaca caliente.
El pastel de choclo: Tiene más de 200 años de tradición y se prepara a base de una masa de maíz donde se coloca sobre ella una base de carne (res o pollo) guisada. Encima se añade un poco de azúcar para que tome un bonito color dorado mientras se hornea.
Estos son sólo algunos de los platos tradicionales de nuestro país, los cuales son igual de tradicionales que el mote con huesillos que nosotros queremos hacer perdurar en el tiempo.